El 22 de marzo se celebra el Día mundial del agua:
La mayor parte de nuestro Planeta está cubierta por el agua de los océanos, lagos, ríos y arroyos, además de las corrientes de agua
subterránea. Sólo una pequeña parte de esta agua es dulce. Este recurso
es necesario para la vida: desde el insecto más pequeño hasta los animales
más grandes como la ballena dependen de él. Nosotros también
necesitamos agua para vivir, pero muchas veces la malgastamos y
contaminamos. Esto hace que gastemos mucho dinero y energía en plantas
depuradoras para su limpieza.
Los océanos, ríos y lagos, el agua de la Tierra
El agua es un recurso importante que se desperdicia o contamina constantemente. Es necesario recordar que 1.000 millones de personas carecen de acceso a servicios mejorados de suministro de agua y 2.400 millones carecen de adecuados servicios de saneamiento. África, por ejemplo, debido a que no tiene suministro de agua adecuado y asequible, sustenta una sociedad muy pobre. De continuar esta escasez, en un futuro próximo el agua podría ser fuente de muchos conflictos.
Las aguas de los océanos, ríos y lagos contienen gran diversidad de
vida tanto vegetal como animal. El problema es que los usamos como
vertederos para nuestras basuras, alcantarillas o lugares donde se
pueden tirar productos químicos venenosos procedentes de industrias.
El agua subterránea de la Tierra
Aunque esta agua no se ve, es muy importante porque la usamos para
cubrir nuestras necesidades, sobre todo, cuando hay sequía. El problema
es que si arrojamos sustancias dañinas al suelo, como pintura o
pilas botón que usamos para los relojes y que tienen un contenido muy
alto en mercurio, la tierra las absorbe y llegan hasta el agua que hay
debajo de esta tierra contaminándola. Como ves, el agua es un bien muy
necesario y, por esto, es importantísimo que lo cuidemos.
¿Qué podemos hacer para cuidar del agua en el medio ambiente?
Los problemas son tan grandes que parecen no tener solución, pero no
lo creas. El control está al alcance de todos. Todos podemos ayudar a
preservar el medio ambiente y a combatir la contaminación. Hay que
empezar ya. Con la llegada del verano llegan también las vacaciones. El calor invita a estar en contacto con el agua, de los ríos, playas y lagos. Cuando salgas de excursión
o de paseo el fin de semana evita tirar basura en estos lugares. Si vas
al campo hacer un pic-nic recoge la basura en una bolsa para echarla
después en el contenedor. No tires la basura en el agua de la playa ni
de los ríos. Y si notas alguna mancha de aceite, espuma o algo parecido
en el agua avisa a tus padres o a otra persona mayor. La basura y los excrementos de animales pueden contaminar el agua.
Una buena actividad para hacer con los niños es organizar recogidas
de basura en el campo, observar el agua de los ríos, y colaborar en la
limpieza de la arena de la playa. Si tu familia recoge las latas de
refrescos, las bolsas de los snacks, y todos los envases que utilizáis
en la playa, en una bolsa, seguro que estaréis dando un ejemplo a los
demás usuarios de la playa. Recuerda que cada acción individual hace la
diferencia.
El Día Mundial del Agua en el año 2013 pretende
llamar la atención internacional sobre la cooperación en la esfera del
agua, algo crucial para la seguridad, la lucha contra la pobreza, la
justicia social y la igualdad de género. El lema con el que la ONU está
trabajando es: Año Internacional de la cooperación en la esfera del agua .
Según la ONU, "La cooperación permite un uso más eficiente y
sostenible de los recursos hídricos y se traduce en beneficios mutuos y
mejores condiciones de vida. También es fundamental para la preservación
de los recursos hídricos, la protección del medio ambiente y puede
contribuir a superar tensiones culturales, políticas, sociales y
establecer la confianza entre las personas, las comunidades, las
regiones o los países."
Esta misma fuente indica que hoy en día hay 7.000 millones de personas que alimentar en el planeta y se prevé que habrá otros 2.000 millones para el año 2050. Las estadísticas indican que todas las personas beben de 2 a 4 litros de agua a diario, y sin embargo, la mayor parte del agua que bebemos está incorporada en los alimentos que consumimos: producir 1 kilo de carne de vacuno, por ejemplo, consume 15.000 litros de agua, y 1 kilo de trigo se bebe 1.500 litros.
De este modo, desde ahora hasta el 2050, el agua dulce del mundo va a
tener que mantener los sistemas agrícolas que servirán para alimentar y
proporcionar un medio de vida a 2.700 millones de personas más. Hay que
tener en cuenta que producir el alimento diario de una persona supone
entre 2.000 y 5.000 litros de agua.
También hay que considerar, según la UNESCO, que la irrigación aumenta
la productividad de las cosechas entre un 100 y un 400 por ciento, y que
la agricultura de regadío constituye actualmente el 40 por ciento de la
producción del alimento mundial. Los cambios en la dieta, tendentes a
un mayor consumo de carne en los países desarrollados, influyen también
en el consumo de agua para la alimentación. Así, mientras que para
producir 1 kg de grano se pueden consumir entre 500 y 3.000 litros de
agua, para producir 1 kg de carne de ganado alimentado con grano puede
llegar a consumirse hasta 15.000 litros.
¿Cómo ahorrar agua con los niños?
En todas las etapas de la cadena de suministro, desde los productores
hasta los consumidores, es posible tomar medidas para ahorrar agua y
asegurar que haya alimentos para todos. Educar a los niños para ahorrar
agua en el día a día es fundamental, sobre todo, en periodos de sequía.
Para garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos, es preciso
que nos concienciemos uno a uno de la exigencia de una serie de medidas a
las que todos, niños y adultos, podemos contribuir:
1. Consumir productos que hagan un uso menos intensivo de agua
2. Reducir el escandaloso desperdicio de alimentos; nunca se consume el 30% de los alimentos producidos en todo el mundo y el agua utilizada para producirlos se pierde definitivamente
3. Producir más alimentos, de mejor calidad, con menos agua
4. Llevar una alimentación saludable.
2. Reducir el escandaloso desperdicio de alimentos; nunca se consume el 30% de los alimentos producidos en todo el mundo y el agua utilizada para producirlos se pierde definitivamente
3. Producir más alimentos, de mejor calidad, con menos agua
4. Llevar una alimentación saludable.
Mascota enseña a ahorrar agua a los niños/as
Fomenta el buen uso del agua en tus hijos/as. ¿ Qué hacer para que los niños/as ahorren el agua?
En razón del Día Mundial del agua, que se celebra el 22 de marzo de cada año, he querido difundir un proyecto que en mi opinión va de encuentro a la necesidad y responsabilidad que tenemos los padres de concienciar a nuestros hijos sobre el compromiso que todos debemos tener con la naturaleza. El Proyecto Aguade Chicco despierta en los niños el consumo responsable del agua.
En un libro lúdico y divertido, una gota que se llama Gotalinda
enseña que el agua es un bien que debemos conservar. Con rimas, para
facilitar el aprendizaje de los niños, Gotalinda les educa en los
valores de respeto al medioambiente
y les da consejos sobre el consumo responsable del agua en tareas tan
cotidianas como cuando nos duchamos, cepillamos los dientes, cuando
fregamos los platos, ponemos la lavadora o tiramos de la cadena, o aún
cuando regamos las plantas. La verdad es que no nos damos cuenta del
gasto de agua que hacemos. Este proyecto es apenas el primero de una
larga serie de otros proyectos relacionados con la conservación de nuestros recursos naturales, que Chicco pretende poner en marcha.
Vilma Medina. Directora de GuiaInfantil.com
En 1992 la
Asamblea General de Naciones Unidas estableció que el 22 de marzo de
cada año se celebraría el Día Mundial del Agua. El dia del agua es una
ocasión única para recordar que, aunque a veces no valoramos un bien tan
fundamental para nuestra vida, muchas personas en el mundo no tienen
acceso a la cantidad de agua potable necesaria para su supervivencia.
Zahra Ennaji, de 16 años, lleva agua a través del desierto del Sáhara hasta el campamento nómada donde vive con su familia, en el sur de Marruecos. Tras buscar agua y otras tareas domésticas, Zahra camina 10 km. cada día para asistir a la escuela.
Un bien escaso
En un mundo que está cubierto en sus dos terceras partes por agua, puede parecer un contrasentido mencionar que el difícil acceso al agua potable es la causa de enfermedades y pobreza para 1.500 millones de personas.
Sin embargo ésta es la realidad. El agua apta
para uso humano (dulce, potable y de fácil acceso) es una parte muy
pequeña del total y su escasez no se debe sólo a las condiciones naturales de determinadas regiones, sino que tiene mucho que ver con el aumento de la población, el despilfarro y la contaminación.
La situación es preocupante y muchos expertos consideran la cuestión del agua como el desafío más importante que debe afrontar la humanidad en el siglo XXI.
Además del agua para beber, la agricultura, la industria, la higiene y
la salud, la calidad ambiental, etc.; las posibilidades de desarrollo
de un territorio y su población dependen del agua, de su calidad y de su
consumo racional.Una mujer descansa junto al agua quw acaba de recoger en un río cercano a su aldea, en el norte de Mongolia. La falta de agua afecta a personas de todo el planeta, no sólo a los habitantes de las regiones más cálidas.
El valor del agua
A los estudiantes de economía, para distinguir
los conceptos de valor y precio, se les suele plantear la siguiente
cuestión: ¿Cuál es el precio del agua? ¿Y su valor?:
-
Un estudiante despistado contestará que el precio del agua es muy bajo, por lo tanto vale poco.
-
Un alumno más avispado responderá que su precio es pequeño, sí, pero su valor es gigantesco: sin agua no hay vida.
En nuestro propio país, un territorio que se
caracteriza en su mayor parte por las escasas precipitaciones
(especialmente en verano), todavía es muy habitual el riego a manta, es
decir, inundando completamente los cultivos, con el desperdicio de agua
que eso supone.
En una aldea de Kenia, un niño debe caminar durante varias horas al
día hasta el pozo más próximo para llevar a su familia unos pocos litros
de agua. Esta familia mide mucho cada cuenco de agua y se lo piensa dos
veces antes de consumirlo.
Seguramente el valor que atribuye al agua el consumidor español o la familia keniana sea muy distinto.
El relativo bajo precio del agua en España hace que a veces no
valoremos su importancia, tanto para los seres humanos como para toda la
naturaleza.
La calidad ambiental de nuestro entorno y del planeta depende mucho del uso que todos hagamos del agua, de tratarla como lo que es, fuente de vida.
Un dato para la reflexión |
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El consumo medio de agua por habitante en un país industrializado, como los Estados Unidos es de cerca de 2000 m3, mientras que en un país en desarrollo como Níger es de 41 m3. Hazare Mamane, de 12 años lava los platos en su aldea, en Zinder, una región de Níger que limita con el desierto del Sáhara. El agua que recoge todos los días no es sólo para beber: la alimentación y higiene de toda la familia dependen de ella. |
El agua y la cultura
Existen tantas maneras de considerar, utilizar y conmemorar el agua
como tradiciones culturales alrededor del mundo. El agua se sitúa en el
centro de numerosas religiones como un elemento sagrado y se utiliza en
diversos rituales y ceremonias.
Durante siglos, el agua ha sido también fuente de inspiración para el
arte, que la ha representado a través de la música, la pintura, la
literatura y el cine.
Cada región del mundo tiene su particular
forma de consagrar el agua, pero todas reconocen su valor y el lugar
central que ocupa en la vida humana. Las tradiciones culturales y los
valores sociales determinan la manera en que las poblaciones perciben y
gestionan los recursos hídricos en las distintas regiones del mundo.
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